Este mes de enero se cumplen 31 años desde la inauguración de la Casa de Carta, una de las sedes del Museo de Historia y Antropología, de manera que lleva más de tres décadas custodiando entre sus vetustas paredes valiosos bienes, relacionados con las tradiciones y la vida cotidiana de las Islas Canarias, que constituyen un importante recurso cultural.
En la exposición permanente destacan las colecciones de cerámica y de cestería tradicionales, de mobiliario popular, con especial referencia a los arcones de madera, los telares, los instrumentos musicales de percusión, de cuerda y de viento, utilizados por las parrandas, agrupaciones musicales características del folclore musical canario, y, especialmente, la indumentaria tradicional, con una muestra de los trajes históricos y populares de las islas, que con su colorido y elegancia sorprenden a los visitantes. Además, la casa conserva su antigua cocina, con su pavimento de loza chasnera, cubierta de teja sobre vigas de madera, y con tres zonas claramente diferenciadas, la del pan, la del agua, y la del fuego. A través de la cocina se accede al espacio dedicado a las plantas aromáticas.
En el exterior de la casa se encuentran el aljibe, el pesador de agua, el lagar, los molinos de gofio, las huertas, con cultivos tradicionales e históricos (el algodón, la caña de azúcar, etc.), y los jardines con especies de diferentes partes del mundo y una muestra representativa de la flora autóctona de Canarias.
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