Registro de salida: «Muñeca “Cleo”»

Registro de salida

Este término, muy habitual en el argot del mundo de los museos para indicar que las piezas se mueven (del almacén o las salas expositivas hacia otro lado), lo usamos ahora desde el Museo de Historia y Antropología de Tenerife para hacerte llegar digitalmente algunos de sus fondos.
Muñeca Cleo
 
 

Hoy: Muñeca «Cleo» [23. 2018. 290]


Esta muñeca, de finales de los años 60 del siglo XX, representa al personaje conocido como «Cleo» de la famosa y televisiva Familia Telerín. De pequeño formato (sus medidas son 33x12x10 cm), está fabricada en plástico rígido, a excepción de su cabeza que es de plástico blando. Tanto ésta como los brazos son articulados, lo que permite el giro de estos elementos, mientras que las piernas son fijas a modo de prolongación del cuerpo. La cabeza posee pelo negro (de materia artificial) incrustado, flequillo encolado y pequeña coleta en la parte alta rematada con lazo de raso de color beige. Tiene grandes ojos dotados de igualmente grandes pestañas y boca abierta mostrando una amplia sonrisa en la que se observa, asomando atrevida, su lengua, así como unos hermosos mofletes rojos. Viste un pijama blanco amarfilado con lunares de color verde, aunque en las versiones más comunes los lunares eran rojos o azules; el pantalón se ajusta a la cintura con elástico y la camisa se cierra con dos broches de presión en la parte trasera, siendo más corta en su parte delantera para dejar ver el ombligo. Donada al Museo de Historia y Antropología de Tenerife en el año 2018, entró a formar parte de la colección de juegos y deportes.

La Familia Telerín, famosos personajes de dibujos animados de Televisión Española desde mitad de los años 60 hasta 1970, marcaba el final de la programación en horario infantil e invitaba a los niños a irse a dormir con su conocida canción que decía «Vamos a la cama, que hay que descansar, para que mañana podamos madruga». Esta conocida familia fue creada en 1964 por Santiago y José Luís del Moro y estaba compuesta por Cleo, Teté, Maripí, Pelusín, Coletas y Cuquín. Su popular canción fue compuesta por Máximo Baratas y Antonio Areta. Los Telerín, claro reflejo de las familias numerosas de entonces, se convirtieron en todo un fenómeno exitoso gracias, seguramente, a la calidez, cordialidad y simpatía de los personajes.

Cleo fue producida por Fábricas Agrupadas de Muñecas de Onil, Sociedad Anónima (muñecas FAMOSA), empresa que se constituyó en 1957 en esta localidad de Alicante, a partir de la unión de fabricantes de juguetes de la zona, quienes a lo largo de su trayectoria empresarial también han creado otras muñecas muy populares como la Nancy, el Nenuco o, más recientemente, los mini muñecos Pinypon. Esta alianza de pequeñas empresas surgió por el cambio tecnológico que supuso la aparición de los juguetes de plástico. Sin duda, una sabia maniobra que colocó a la nueva empresa como líder del sector en España y Portugal y con una presencia importante en otros 50 países. Las muñecas de FAMOSA fueron un referente de la época, quedando para siempre en el imaginario colectivo de varias generaciones.

Asimismo, en el recuerdo de muchos de los niños de finales de la segunda mitad de los años 60, quedó esa imagen de Cleo que se descuelga de entre las siglas de TVE (Televisión Española) y nos invitaba a irnos a la cama, imágenes en blanco y negro que veíamos a través de un nuevo y revolucionario aparato como fue la televisión y que en esos años comenzaba a entrar en los hogares de las islas. Como este aparato no estaba al alcance de todos, son muchos los que recuerdan ir a verla a casa de algún vecino. En ella, era habitual que los adultos se sentaran en sillas frente al novedoso artefacto y los niños en el suelo y a la señal de La Familia Telerín los más pequeños se fueran a dormir. Era una época en que las películas que se emitían por la tele tenían rombos: con un rombo podían verla mayores de 14, pero si salían dos era para mayores de 18.

La Familia Telerín fue creada en 1964 por los Estudios Moro, que revolucionaron la publicidad y la animación en España cuando la televisión aún no emitía imágenes en color. Que lejos queda esta realidad de lo que sucede hoy en día en que las pantallas son omnipresentes en nuestras vidas y trascienden la esfera del simple entretenimiento.