Registro de salida: «The Canarie or Fortvnate Islands»

Registro de salida

Este término, muy habitual en el argot del mundo de los museos para indicar que las piezas se mueven (del almacén o las salas expositivas hacia otro lado), lo usamos ahora desde el Museo de Historia y Antropología de Tenerife para hacerte llegar digitalmente algunos de sus fondos.
Museos de Tenerife
 
 

Mapa «The Canarie or Fortvnate Islands» [12. 1998. 25]


Los numerosos mapas que componen la cartoteca del Museo de Historia y Antropología de Tenerife son susceptibles de ser objeto de clasificaciones diversas. Parafraseando a Fernando Estévez en Islario de Canarias. Mapas Históricos del Museo de Historia y Antropología de Tenerife, “Las islas de la Macaronesia y Canarias, entraron tempranamente a formar parte de los procesos de expansión colonial europea, de ese complejo entramado en el que el ansia de riqueza se combinó con la propagación de la Ecúmene cristiana y la búsqueda de sus islas utópicas y paraísos perdidos”. Precisamente, el mapa de Robert Morden que lleva por título “The Canarie or Fortvnate Islands”, puede encuadrarse en el selecto grupo de mapas del museo que ilustran aquellos dominios sobre la Macaronesia, concebida esta región como un apéndice de África.

Aunque el ejemplar que se conserva en los almacenes del Museo puede contemplarse como una lámina exenta, hoy es constatable que la misma formó parte de una de las obras más populares de Morden, su Geography Rectified (1680), en concreto en el capítulo dedicado a África, uno de cuyos ámbitos de estudio son las Islas Canarias -“The Canarie or Fortunatae Islands” - y las Islas Salvajes. Concebido como un atlas más manejable que otros que vieron la luz por la misma época - el autor justificaba las reducidas dimensiones del libro porque así conseguía que “fuera más llevadero y menos pesado” -, la obra está dedicada a su honorable amigo Mr. Thomas Godard, de Londres, y en su presentación “a los lectores” plasma la filosofía de su reciente creación: “[…] He resumido en el libro las observaciones de los antiguos Estrabón, Plinio y Ptolomeo; el elenco de rarezas del geógrafo de Nubia; la incesante industria [cartográfica] de Mercator y Münster; el gran mundo de Ortelius y Maginus; los modernos y aplaudidos mapas de [Pierre] Duval y [Nicolás] Sansón; y aún más, la quintaesencia de las corografías, topografías, relaciones, diarios y viajes de la mayoría de los autores existentes…”.

En “The Canarie or Fortvnate Islands”, Morden toma como modelo fisonómico y toponímico (aunque este último simplificándolo) para representar a las Islas Canarias y Salvajes, el mapa “Les Isles Canaries”, el cual formaba parte de la obra de Pierree Duval, Cartes de géographie le plus nouvelles (1653), editado en París por Pierre Mariette. Sobrino de Nicolás Sansón - quien en 1656 publicó un mapa sobre las Islas Canarias de contenidos muy parecidos, y que fue incluido en L´Affrique en plusieurs cartes el plusieurs traités de géographie et d´histoire -, Duval en su representación plasma muchos de los lugares descritos en la versión de Le Canarien (1630) que fue editada por Bergerón, obra que incorpora un Tratado de navegación que exalta las virtudes en el mundo de las exploraciones marítimas por parte de Francia. No era casualidad que en los tiempos de la política expansionista de la Francia de Luis XIV y Colbert, los tratadistas prestaran atención a aquella pionera expedición de normandos que, tomando como punto de partida los itinerarios descritos en el Libro del Conocimiento, se aventuraron bajo el amparo de Enrique III de Castilla a continuar el reconocimiento de un archipiélago que desde 1339, gracias a la expedición mallorquina - genovesa de Marocello, había sido puesto de nuevo en el mapa, en este caso en sentido literal.

Para poder materializar su Geography rectified, Robert Morden empleó muchas de las planchas de impresión utilizadas anteriormente por el mismísimo Pierre Duval, consciente de que hacía ya unos años que Francia se había encaramado a la cabeza de la cartografía mundial, aprovechando la ocasión que le brindó la destrucción de las planchas hasta aquel momento más solicitadas de Europa, esto es, las que formaban parte del patrimonio de la familia Blaeu, paradigma de la más excelsa cartografía holandesa, al perecer su taller en un incendio acaecido en Ámsterdam, en 1672.

“The Canarie or Fortvnate Islands” es un precioso documento, en lo que a estética y contenido se refiere, que pone de manifiesto un trascendental momento en la historia de la cartografía: el momento de transición en la que los Países Bajos le cedieron el testigo a la Francia del Rey Sol.