Festival Musa Brasil. Ciclo de conferencias: «Brasil: percepción atemporal de una naturaleza fascinante», por Fátima Hernández. Festival de cultura brasileña en el MUNA

Brasil tiene la suerte de poseer un tesoro de biodiversidad, con más del 13% de la vida animal y vegetal del planeta, donde se incluye el 60% del valioso bioma amazónico. Dos de los otros cinco grandes biomas, la sabana del Cerrado, en la parte central del país, y la Mata Atlántica a lo largo de su extensa y diversa costa, se consideran también «puntos calientes» (hotspots) de biodiversidad mundial, estando gravemente amenazados, al haber perdido el 51% y el 91% de su cobertura vegetal natural, respectivamente.

En Brasil se han descrito alrededor de cien mil especies animales y cuarenta mil plantas, números que se actualizan constantemente como resultado de los frecuentes descubrimientos taxonómicos, pero también se han extinguido numerosos organismos a lo largo de los siglos, debido en especial a causas antropogénicas.

Desde principios del siglo XVI con la llegada de europeos, se organizaron las primeras expediciones a sus territorios inexplorados con el objetivo de describir y clasificar desconocidos elementos de fauna, flora y gea. En las expediciones participaban expertos en zoología, botánica, mineralogía, así como artistas capaces de dibujar, conservar y preparar el material recogido y de registrarlo, con la ayuda imprescindible (y no siempre valorada y mencionada) de los indígenas, conocedores del medio en que se movían. Luego, esos miles de especímenes se enviaban al otro lado del mar, a las academias de ciencias, jardines botánicos, gabinetes imperiales y reales, museos, universidades o boticas, sin contar lo que las tripulaciones traían (a título personal y… muy lucrativo). Una naturaleza que también se plasmaba en la pintura de entonces, en ocasiones tímidamente y de manera críptica, pero que contribuye -en la actualidad- a solventar complejos problemas …sobre estatus de especies (algunas ya desaparecidas).